El «plan llegar» de Massa: una batería de medidas para evitar una devaluación abrupta antes de las elecciones
Sergio Massa está convencido de que el peor camino es una devaluación abrupta, y por eso está decidido a «cuidar cada dólar de las reservas», tal cual el propio ministro prometió en público hace un par de semanas. Antes de emprender viaje nuevamente hacia los Estados Unidos para participar de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial, Massa puso en marcha distintas medidas en ese mismo sentido para, así, cumplir con la exigencia del Fondo.
Kristalina Georgieva transmitió su preocupación sobre el flujo negativo de las reservas del Banco Central, que sólo fue mitigado durante la vigencia del «dólar soja», a lo largo del mes pasado.
Pero ahora que ese tipo de cambio diferencial para el campo finalizó, las ventas de divisas volvieron. En los últimos tres días hábiles, el Banco Central se vio obligado a vender u$s131 millones. Un ritmo que debería ser insignificante para un país mediano como la Argentina, pero que se transforma en una dinámica inviable bajo las actuales condiciones macroeconómicas: sin dólares y con una inflación de, al menos, 100% anual.
En el propio Gobierno admiten que el ahorro tras la implementación del «dólar Qatar», el «dólar para compras suntuarias» y el «dólar Coldplay» será marginal. Pero todo cuenta en medio de la emergencia.
Respecto de los gastos durante el Mundial, en el equipo económico apuntan a un ahorro de unos u$s200 millones ese mes. La previsión es que durante los partidos, el BCRA perderá entre u$s1.300 y u$s1.500 millones, el doble de los últimos meses por el turismo de argentinos en el extranjero.
Nuevos dólares: un cerrojo al Banco Central
Con algo de demora respecto de las previsiones, finalmente el Gobierno anunció las nuevas cotizaciones de los dólares. Un desdoblamiento cada vez más abarcativo, con único objetivo de sellar las reservas todo lo que se pueda.
«Queremos cuidar las reservas; cuidar los dólares para la inversión y no la fuga», dijo el titular de la AFIP, Carlos Castagneto.
Además del dólar más caro para quienes gasten más de u$s300 mensuales en el exterior con su tarjeta de crédito o de débito, la AFIP le cobrará más caro a quienes importen bienes «de lujo» (que no sean parte de un proceso productivo en el país).
Ahí se incluyeron bienes de alta gama: jets privados y pequeños aviones, embarcaciones de uso recreativo, bebidas alcohólicas premium, relojes, piedras preciosas, máquinas tragamonedas y máquinas para minado de criptomonedas. Son todos artículos que -créase o no- hasta este momento tenían vía libre de ingreso al país, a pesar de que la crisis de las reservas ya lleva un par de años.
Las importaciones, claves para el dólar
Precisamente, la medida más relevante de las anunciadas en las últimas jornadas se vincula con la administración del comercio exterior. Ahí estará el verdadero «ahorro» de divisas, una iniciativa que tendrá un impacto macroeconómico de inmediato.
El próximo paso se dará el lunes que viene, cuando entre en vigencia el flamante Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) que dará fin así al Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMIs) que rige en la actualidad.
El nuevo SIRA les permitirá a los importadores tener la trazabilidad de sus compras en el exterior. O sea, en qué momento tendrá los dólares en la mano para pagar.
La clave del sistema es que centraliza toda la operatoria de comercio exterior en una sola base de datos: vincula las solicitudes de importación, despachos de mercadería y cuenta bancaria desde la cual se accede a los dólares y se realizan los pagos de los bienes o servicios.
El capítulo de las importaciones se complementa con el anuncio de la semana pasada: la incorporación de nuevos rubros al régimen de «licencias no automáticas«, con lo cual ahora tendrán restricciones y trabas para el ingreso al país.
Acá está el «verdadero» ahorro de divisas: las barreras que el Gobierno le impone a las importaciones.
Restricciones al dólar y el impacto en la economía
«Ni festival de importaciones ni bloqueo», promete un funcionario de Economía en diálogo con iProfesional, en referencia a la ruidosa queja de Cristina Kirchner sobre el trabajo de Miguel Pesce.
El manejo del grifo de las importaciones de forma más férrea permitirá el cuidado de las divisas -de ahí que ésta sea acaso la medida más relevante de todas las anunciadas en las últimas jornadas-, pero no puede deslindarse el impacto que tendrá sobre dos variables claves: la actividad y la inflación.
Las trabas a las importaciones podrán servir para no gastar divisas, pero le agregan presiones sobre los precios. Todo depende de las barreras que finalmente se impongan.
Para saberlo habrá que esperar a ver el ritmo de dólares que pierda el Banco Central ahora que ya no existe el «dólar soja». El grifo de las importaciones es una de las herramientas que tiene el Gobierno para lidiar con esa dinámica.
La otra es la tasa de interés, que el BCRA viene encareciendo. Ya está en el 107% efectiva anual, y es probable que vuelva a ajustarse en las próximas jornadas, cuando el INDEC divulgue la inflación de septiembre, que rondó el 7%.
Semejante costo del dinero golpea a las empresas, que asumen un mayor costo para producir en una economía que se mueve con una inflación del 100% anual.
Fuente: iprofesional.com