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La tasa del plazo fijo no subió el mes pasado y la City evalúa si el BCRA mejorará el rendimiento en noviembre

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) resolvió no subir la tasa de política monetaria en octubre, a diferencia de lo que venía haciendo a lo largo de este año, en el que la ajustó sistemáticamente al alza mes a mes. Así, el rendimiento del plazo fijo tradicional se mantiene en el 75%, con una tasa efectiva anual (TEA) del 107%.

«La decisión responde al dato de inflación de septiembre, que estuvo en el 6,2% y fue menor a la esperada», explica al respecto el economista de Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina. Destaca que, por primera vez en mucho tiempo, tanto el tipo de cambio como la tasa de inflación y la tasa de política monetaria estuvieron todas alineadas. Y es que el BCRA viene llevando el ritmo de apreciación del dólar a un nivel del 6% mensual, el índice de precios de septiembre estuvo en esa misma zona y la tasa del 75% equivale a un rendimiento mensual del 6,25%.

Es decir que, con la inflación mensual actual, la tasa vigente no sería positiva en términos reales, pero tampoco, negativa. En tanto que, si se toma como parámetro el 107% de la TEA, en comparación con el 100% anual que prevé el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), se trata de un rendimiento que sí le gana a la inflación.

Plazo fijo: por qué no subió la tasa el BCRA

 

En el contexto que se dio el mes pasado, el BCRA no tuvo la presión de subir la tasa y resolvió no hacerlo. El economista de Ecolatina, Santiago Manoukian, plantea que «la demora del ajuste de las tarifas le dio un respiro al BCRA». Sucede que la quita de subsidios que a los servicios públicos que implementó el Gobierno, que encarecerá las tarifas, se pospuso para octubre y eso hizo que ese ajuste no incidiera en el dato de inflación de septiembre.

Para el economista Martín Carro, la decisión del BCRA es un indicador de que la entidad «eligió no mostrar una fuerte señal de suba de tasas». Se refiere a que podría haber decidido «sobreactuar un poco» y elevar el rendimiento de los instrumentos en pesos aunque sea un punto porcentual para enfocarse su objetivo de una tasa real positiva. De hecho, entre las medidas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se encuentra la de positivizar las tasas respecto de la inflación. Hoy, tal como se indicó, están equilibradas, por lo que un pequeño ajuste hubiera estado justificado.

«El acuerdo con el FMI contemplaba la exigencia de tasas positivas y ahora está empardada con inflación. Eso le quita presión y al Gobierno no le gusta ajustar los rendimientos porque ese tipo de políticas hacen que se pinche mucho la actividad económica», explica al respecto el economista y director de CyT, Camilo Tiscornia.

 

Y es que, según Carro, «esa decisión tiene que ver con cierta cautela en base a los objetivos múltiples que tiene el BCRA«. ¿Cómo es esto? Resulta que, si bien el Central tiene el foco urgente puesto en la inflación, hay un objetivo de política económica global, que tiene que ver con incentivar la actividad.

Un incremento en las tasas tendría un efecto negativo en actividad económica y consumo porque incide en el costo del financiamiento y eso, a su vez, repercute en la producción. Es decir que se traduce en un efecto de enfriamiento de la economía. «Es por eso que, en el marco de cierta baja de la inflación, el BCRA dispuso no subir la tasa, porque entiende que ya no está en un terreno negativo en relación al IPC de septiembre», resume.

Plaso fijo: ¿pagará más en noviembre?

 

De cara al futuro, los analistas no descartan que el BCRA pueda elevar la tasa en noviembre. «Eso dependerá de cómo evolucionen los tipos de cambio financieros, que vienen mostrando cierta calma, y el nivel de precios», acota Carro. Esas son las dos variables que el BCRA va a mirar para decidir si mantiene o no el nivel de tasa de interés este mes, sin perder el foco de no ralentar el nivel de la actividad.

Manoukian coincide con esta mirada y alerta que es probable que tenga que considerar esa posibilidad si la inflación se recalienta, «algo normal cuando la indexación de la economía es tan alta como en este momento, porque los mecanismos inflacionarios están muy aceitados». Y, de hecho, algunas consultoras privadas, como la de Tiscornia, ya hablan de un 6,8% para el mes que acaba de terminar.

Sin embargo, Tiscornia considera que es poco probable que suba la tasa hacia fin de año. Considera que el Gobierno se tomará una pausa en ese sentido, pero anticipa, por otro lado, que el verano va a ser un momento difícil porque hay muchos vencimientos de deuda y eso suele presionar los tipos de cambio. Ante esa situación, espera que el Gobierno ofrezca un canje de deuda y que busque tocar lo menos posible las tasas para «no pinchar la actividad económica».

Fuente: iprofesional.com

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